Científicos del Palo: Resistir el “Mileinato” con música y alegría
Por Nicolás Carrizo
Hace pocos días leí en Prensa Latina el término “Mileinato del Río de La Plata”, y lamentablemente, no podría estar más de acuerdo. No es una novedad que el país está viviendo tiempos convulsos y siniestros, con abruptos crecimientos en los índices de pobreza e indigencia, mientras las grandes patronales triplican sus ganancias. Por eso, en este contexto tan adverso comparable a la época colonial, el recital de Científicos del Palo durante la madrugada del 30 de junio de 2024 en Psiquika fue un soplo de aire para todxs lxs que seguimos a las bandas de rock y defendemos los principios de la justicia social.
La noche aconteció en la ciudad en la que se conocieron Néstor y Cristina, en la que se casaron Perón y Evita, y que limita con Berisso, el kilómetro 0 del peronismo, a tan solo quince minutos en auto del centro de una ciudad a la otra. Por ello, el espacio cultural ubicado en la calle 45 entre 8 y 9 por momentos se convirtió –y en el buen sentido– en una unidad básica, con los seguidores de la banda manteniendo “los dedos en V” bien en alto a lo largo de todo el show, siguiendo la coyuntura del álbum “La histeria argentina” (2013), que aborda la política argentina desde la Revolución de Mayo hasta el kirchnerismo, y que la banda tocó de principio a fin en el marco de los diez años –en verdad, once– de su publicación.
A diez minutos de las dos de la mañana, la banda marplatense subió al escenario abriendo la noche con “La Revolución de Mayo”, a la que siguieron las quince canciones restantes del disco, destacando “Los padres de los pobres”, “Civilización o barbarie”, “El génesis peronista” y “¡Cristo o Perón!”, que levantaron al público e incitaron a un pogo violento entre cervezas volando y humo de los cigarrillos. Al finalizar de tocar todo el álbum, con los últimos acordes de “El retorno del Estado”, el trío conformado por José Pablo Federico “Pepo” San Martín (guitarra y voz), Carlos “Popete” Andere (bajo) y Sebastián Quintanilla (batería) se bajó del escenario.
Luego de quince o veinte minutos de descanso, los músicos volvieron para la alegría de sus seguidores, completando el recital con siete canciones más. “¿Para qué sirve pensar” (Justicialista, vol. 1, 2017) y “Los gomías” (Ante todo buenas tardes!, 2004) fueron las canciones que pusieron al público en un estado de emoción y frenesí. Luego, para bajar un poco los decibeles, los oriundos de la Costa Atlántica tocaron “The War is Over” (Gorilophrenia, 2010), que Pepo dedicó con una notable emoción y congoja a su padre, recientemente fallecido.
El show continuó con el reggae funkeado “¡Llame Jah!” (Gorilophrenia, 2010), que despertó el delirio de los más fanáticos de la banda, quienes comenzaron a cantar “Tarde” (Ante todo buenas tardes!, 2004) a capella para que la banda ceda y la toque, a lo que Pepo accedió humildemente a seguir con un fragmento, también a capella, por lo que la canción no sonó completa ni en formato banda.
A continuación, “Mar del Plátano” (Justicialista, vol. 1, 2017) y “Tratar de tratar” (El maravilloso mundo animal, 2015) fueron la antesala del hit eternamente coyuntural “Somos el enemigo” (Gorilophrenia, 2010), con la que la banda viene cerrando todos sus shows de esta gira presentación de “La histeria argentina”.
*Fotografía: JUAESTEBAN PH