Un recital Redondo en La Plata
Por Nicolás Carrizo
El pasado sábado 20 de julio, las inmediaciones del Microestadio Atenas fueron colmadas por centenares de ricoteros que, entre cervezas y cantitos populares, esperaban expectantes el comienzo de un nuevo show de “Los Decoradores” en la ciudad de La Plata.
La banda, compuesta por los ex Redondos Sergio Dawi (saxofón), Semilla Bucciarelli (bajo), Tito Fargo (guitarra) y Hernán Aramberri (batería) subió al escenario a las 21:20 horas, dando inicio a una noche cargada de hits con “Nuestro amo juega al esclavo” (¡Bang! ¡Bang!... Estás Liquidado, 1989) en la voz de Jorge Cabrera.
La noche continuó con “Un poco de amor francés” (La Mosca y la Sopa, 1991) y “Superlógico” (Gulp!, 1985), clásicos que desataron la emoción de todos los presentes. Luego, llegó la primera invitada de la noche, Leticia Lee, quien con su voz melódica y poderosa motivó a los feligreses ricoteros al entonar “El infierno está encantador esta noche” y “Te voy a atornillar”, ambas canciones que pertenecen al álbum debut de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Walter "el Chino" Laborde fue el segundo invitado de la Kermesse Redonda, aportando su voz en las canciones “Sorpresa de Shangai” (Lobo Suelto, 1993), “Perdiendo el tiempo” (Lobo Suelto, 1993) y “Rock para los dientes” (¡Bang! ¡Bang!... Estás Liquidado, 1989).
Luego de este trío de canciones que desencadenaron el pogo y la alegría de los ricoteros, Jorge Cabrera retornó al escenario para cantar “El pibe de los astilleros” (La Mosca y la Sopa, 1991), canción con la que la banda cerró el primer bloque de su show en La Plata.
Luego de unos minutos de descanso, la banda volvió al escenario con “Botija rapado” (Lobo Suelto, 1993), “Una piba con la remera de Greenpeace” (Momo Sampler, 2000) y “Masacre en el puticlub” (Un baión para el ojo idiota, 1987). Posteriormente, Laborde volvió como invitado y cantó “Preso en mi ciudad” (Oktubre, 1986) y “Nueva Roma” (La Mosca y la Sopa, 1991), antecedida por una larga improvisación de armónica por Sergio Dawi.
El vals instrumental “San Telmo” (Último Bondi a Finisterre, 1998) fue la previa para el icónico hit “La bestia pop” (Un baión para el ojo idiota, 1987) en la voz de Leticia Lee, quien se quedó un rato más sobre el escenario dando voz a “Semen Up” y “Divina TV. Führer”, canciones que forman parte de Oktubre (1986), catalogado como el cuarto mejor álbum del rock argentino según la revista Rolling Stone. “Todo un palo” (Un baión para el ojo idiota,1987) fue la canción que cerró la segunda parte del show antes del último descanso de la banda.
Para la última recta del show, “Los Decoradores” invitaron a Jorgelina Avigliano en el saxo, quien aportó un sonido potente que generó una atmósfera sonora amena y con una fuerza inigualable junto a los clásicos vientos de Sergio Dawi. Con ella sobre el escenario, la banda
volvió a las tablas con “Las increíbles andanzas del Capitán Buscapina en Cybersiberia” (Último bondi a Finisterre, 1998) y “Susanita” (Lobo Suelto, 1993).
Luego de esto, Leticia Lee se presentó a cantar su última canción de la noche: “Criminal mambo” (Gulp!, 1985), que para muchos fue el momento top de la noche. Mientras esto sucedía, un grupo de ricoteros rodeó una remera con la cara de Carlos “Indio” Solari mientras le cantaban a los gritos a la tela sobre el suelo. Incluso, alguno se atrevió a besarla, demostrando que no hay religión ni culto con la autenticidad de la comunión entre los seguidores de Los Redondos y su Dios, por más que el líder no se suba a los escenarios desde 2017.
Por último, el cierre del show fue un verdadero clímax para los fanáticos. “Queso ruso” (La Mosca y la Sopa, 1991) fue interpretada con una energía arrolladora y calentó los motores para el momento más poguero de la noche con “Ya nadie va a escuchar tu remera” y “Jijiji”, la cuál a pesar de ser interpretada una centena de veces entre tributos, músicos amateurs y ex Redondos, siempre desencadenará el pogo más grande del mundo sin importar lugar ni contexto.
En conclusión, la Kermesse Redonda en La Plata no solo fue un evento musical, sino una auténtica celebración de la cultura ricotera. Los Decoradores, con su impecable ejecución y respeto por la obra de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, lograron revivir por unas horas el espíritu de la banda más influyente del rock nacional, que sigue cautivando a tres generaciones que vibran con la banda sonora de sus vidas.